miércoles, 25 de abril de 2012

Recuerdos, último capítulo.


Iban pasando el tiempo, pero Diego seguía estando en mi cabeza. ¿cómo podía quererlo aun después de tantos meses?...
Y pasando el tiempo, ha llegado abril. El mes en que hace un año, lo conocí.
Y por si eso no fuera suficiente razón para acordarme de él, el día 11 de abril, después de estar más de medio año sin saber nada suyo.. me envió una petición de amistad al tuenti.
Me pidió perdón por no haberme agregado antes, y me preguntó como me iba todo.
De todas las cosas que me hubiera podido imaginar, que Diego volviera a interesarse en saber de mí, era posiblemente una de las que más lejos veía.

Estuvimos hablando toda la tarde, poniéndonos al día sobre nuestras vidas, y me dijo que le gustaría pasarse algún día por Valencia, y que quedáramos para hablar. Y aunque.. no sé hasta que punto el volver a verlo y estar con él como si fuera un amigo más me va a sentar bien.. me gustaría.
Me gustaría por lo menos acabar con él, con el chico que más he querido, de una buena manera.

Y bueno, hoy es 25 de abril. Otra vez.
Hoy hace un año que me subí a aquel barco sin pensar, sin ni si quiera imaginarme, todo lo que viviría a partir de ese día.
Todos los recuerdos que me llevaría de aquel viaje, y el hecho de que, aunque esta no haya tenido un final bonito, una historia como esta pudiera pasar en la vida real.
Porque para muchos.. esta será “otra historia”, otra manera de que dos personas se conozcan.
Pero para mí no.
Para mí es lo más bonito que me ha pasado nunca, algo que no sé el tiempo que tardaré en olvidar.
Pero lo que sí que sé, es que si hoy me dijeran de volverme a subir a ese barco, y volver a vivir todo lo que viví hace un año.. sin duda, diría que sí.

sábado, 21 de abril de 2012

Recuerdos, capítulo 23.

5 de julio.
6 de la tarde.
Diego estaba conectado, y esperé a que me hablara como de costumbre,pero esa tarde no lo hizo.
-Feo!
-holaa
-al final el viernes voy a Denia?
-Claudia..esto es muy difícil..quedar..vernos..cada vez va a ser más difícil todo. Yo me voy de viaje y no podremos vernos en todo el mes de julio..y después de verano yo voy a estudiar,y no podré ir a verte casi..además..ir cada vez se me hace más pesado..


No sabía que decir. No podía. Esto que me estaba pasando era superior a mí. 
Le pedí si podía llamarle, para hablar esto mejor. 
Le dije que por favor se lo pensara, que yo haría todo lo posible para ir más a verlo, que..yo ya le había dicho mil veces que tenía miedo de que se cansara..y él me había prometido que no..pero que lo entendía..
Y después de estar un rato hablando, le dije llorando;
-Piénsatelo por favor, y si cambias de opinión,dímelo. Y acuérdate de que te quiero Diego..


Si pudiera calificar los días, ese sería, sin duda hasta el día de hoy, el peor de mi vida. Nunca había llorado de la manera que lloré aquel 5 de julio, aquel en que casi sin darme cuenta, y sin yo pedirlo, Diego salió de mi vida. 
Los siguientes días seguimos hablando, por decisión suya, porque no quería perder el contacto conmigo.  Yo quería hablar con él,quería seguir sabiendo todo cuanto pudiera sobre él,pero sabía que todo eso,aún me haría más daño. 
Pero eso se acabó cuando de repente,el 30 de julio, vi que Diego me había borrado del tuenti. 
Y me envió un mensaje explicándome que había hecho como si hubiera desaparecido,porque creía que era lo mejor para mí, y para que no lo pasara mal.. y la frase que más me afectó de todo el mensaje,fue:
-y..se que te molestará..pero estoy con otra chica..
como? ni si quiera había pasado un mes, y él ya estaba con otra..? mientras yo, me pasaba los días llorando, como una tonta, y pensando si,al ir a Denia en agosto como todos los veranos,las cosas se podrían arreglar. Pero no. 
-Siento mucho que todo haya tenido que ser así,Claudia..de verdad..
Un beso.


Agosto..fue un mes difícil. Sabía que iba a ver a Diego alguna noche por los pubs, y no me equivocaba. 
La primera noche que lo vi, estaba con sus amigos, y tuve que saludarlo. Nunca había vivido la sensación de darle dos besos a una persona a la que ya le has dado un beso antes. Me parecía tan..irreal, estar viendo a Diego y mirarle como a un completo desconocido, como si nunca hubiera significado nada para mí, y queriéndolo como hacia un mes.
Lo ví más noches, y una de ellas con su novia, lo que hizo que tuviera que irme a casa,por no poder aguantar esa situación. Era superior a mi..
Denia entera me recordaba a Diego. Cada rincón, la playa, cada bar, cada sitio donde él me había prometido que iríamos, y que nunca llegamos a ir.
A final de agosto,volví a casa, y se acabó el verano más difícil y más largo de mis 18 años de vida.

martes, 17 de abril de 2012

Recuerdos, capitulo 22


Junio fue otro mes que no voy a olvidar fácilmente.
Diego no dejaba de sorprenderme.
De todas las cosas que hizo ese mes, esta fue la que más me impresionó.
Un día que no tenía clase, Diego me sorprendió apareciendo en Alzira, sin yo saber que iba a venir, me invitó a comer, y pasó todo el día conmigo.
No sé como explicar como me sentía cuando estaba con él, pero podía definir con una palabra lo que me aportaba.. felicidad.
No necesitaba nada más que estar con él, que saber que al día siguiente al levantarme, tendría alguna señal suya, alguna palabra que me demostrara que aunque estuviera lejos, estaba ahí.
Cuando acabó el curso, me fui de viaje con mi clase a Mallorca, y aunque disfruté muchísimo, no había un momento del día en el que no echara de menos a Diego.
Hablábamos todos los días, y cada día que pasaba necesitaba más verlo.. lo necesitaba.
Al día siguiente de volver de Mallorca, quedamos los dos en la playa, y nada más lo vi, corrí hacia él y salé encima suyo, le abracé y le di un beso.
Pasamos todo el día juntos en la playa, y al final de la tarde, nos separamos los dos en la estación, porque cada uno teníamos que coger un tren distinto.
Las despedidas siempre solían ser largas, porque no sabíamos cuantos días pasarían hasta que pudiéramos volvernos a ver..
Esa noche, cuando yo ya estaba en casa, Diego me mandó esta foto:

Era el collar que le había regalado yo de Mallorca.
Cada día con él era diferente, de cada uno podía sacar algo nuevo suyo, y todo me encantaba.
Una amiga y yo íbamos a celebrar nuestro cumpleaños juntas el 3 de julio, y invitamos a amigos tanto suyos como nuestros. Yo invité a Diego y a Arturo, entre otros.
Pasamos todo el día todos juntos, y me pasé el día haciendo el tonto con Diego.
Jugamos en la piscina, en el césped, hicimos tonterías juntos..
Y al final del día, lo acompañé a la estación, y como tenía prisa,la despedida fue rápida. Un beso.
Un beso que aunque hubiera podido ser uno de tantos, no voy a olvidarlo nunca.

viernes, 13 de abril de 2012

Recuerdos, capitulo 21.


El mes de mayo fue hasta ese momento, los 31 dias más increíbles de todo el año.
No había semana que Diego no me sorprendiera de alguna manera, que no me hiciera sentir la chica con más suerte de todas.
Hacía todo lo posible por venir a verme, cogía buses y trenes, y entre la ida y la vuelta, tardaba casi 5 horas.
Eran 5 horas que según él, pasaban rápido, porque significaban que iba a verme, o que había estado conmigo.
Que me dijera eso me sacaba una sonrisa imborrable, porque nunca nadie había hecho algo así por mí.
Nadie se había dedicado a buscarse la vida para verme como fuera, ni había cogido trenes, buses, esperado tantas horas sólo para verme una tarde. Eran pequeños gestos que lo hacían diferente, único.
Pero había una frase que no paraba de rondar mi cabeza.. “¿y si se cansa?” y si un día empieza a ver demasiado pesado todo aquello..? no quería hacerme la idea de que eso pudiera pasar, y más cuando cada vez que se lo preguntaba a él, y que le decía que tenía miedo de que se cansara, me contestara que no me preocupara, que él no se iba a cansar de venir, porque sabía que iba a verme a mí, y que eso, no había distancia que lo pudiera impedir.
Esas palabras, me reconfortaban bastante, pero el miedo a que él dejara de querer venir, de que se cansara, y de que todo acabara por culpa de la distancia, seguía ahí..

Una de las frases que se quedaron grabadas en mi memoria, fue un mensaje que me envió una noche:
“ sé que estas cosas no son fáciles de decir, y que hay que estar muy seguro para decirlo. Y por todo lo seguro que estoy, tengo que decírtelo: Te quiero.”
Esa frase…da igual el tiempo que haya pasado, la recuerdo como si la leyera cada día.


El día de mi cumpleaños, a finales de mayo, Diego vino a Alzira sólo para verme, felicitarme, y darme un regalo que me había hecho, y que según él, podría servirme para mi graduación del colegio. Después se volvería, ya que yo estaba de éxamenes.

Nos fuimos a un sitio donde nunca le había llevado. Era una locomotora vieja rodeada de césped, a las afueras.
Cuando llegamos, sacó una cajita roja con un corazón, y me dijo:
-espero que te gusten, y que te los pongas en la graduación, sería un detalle muy bonito.

Cuando abrí la caja, me quedé impresionada. Eran los pendientes más bonitos que me habían regalado nunca..


Le di un beso y un abrazo, y le dije lo mucho que me encantaba. Y que por supuesto, serían los pendientes que llevaría en mi graduación.

Y así fue.
 Ese día Diego quiso venir a verme, porque era un día muy importante para mí, y por eso, él decía que para él también.
 Le dije que no hacía falta, que no me iba a ver casi y que era mucho viaje para tan poco rato, pero una vez más, me demostró lo mucho que le importaba.
Cuando acabó todo, me dijo que un amigo venía a recogerle adrede, y él le pagaría el viaje.. y antes de que yo pudiera decirle nada, me cogió de la mano y me dijo:
- Lo he hecho porque he querido, porque quería estar contigo. No me importa pagar lo que sea, si sé que voy a verte.

martes, 27 de marzo de 2012

Recuerdos, capitulo 20.



Pasamos toda la tarde juntos,dimos una vuelta, nos tomamos un helado, y hablamos de un montón de cosas.
Me dijo que iba a volver a venir a verme como fuera, y que no quería que esto se quedara sólo en una tarde.
Hacía tiempo que no estaba así. Esa sonrisa de tonta, esas ganas de que aquello no se acabara, de que no volviera a su casa.. 
Pero se hizo tarde, y tenía que volver, porque le quedaban aun más de dos horas de viaje.
Lo acompañé hacia la estación, y pasamos por un puente donde habían candados con nombres de parejas. 
Miramos unos cuantos, y le enseñé uno que había puesto una amiga mía, justo en medio del puente. Le dije que era un detalle muy bonito, y me miró, y me dijo:
-Un día pondremos tú y yo uno que ponga "crucero 2011", para que esto no se nos olvide nunca.
Le miré, y con esa sonrisa de tonta, le di otro beso. 
Nos despedimos, y se fue hacia la estación. 
Mientras volvía  a mi casa, no paraba de repetirme como podía haber tenido tanta suerte. 
Lo había conocido en medio del mar, y daba la casualidad de que aunque fuera de fuera, vivía "cerca" mío, y tenía las mismas o incluso más ganas de intentar esto como yo. Todo era increíble, y me estaba pasando a mí.
Podría haber sido de lejos, o no haber tenido las mismas intenciones que yo. Pero no.
Y por cosas como esta, que no le pasan a cualquiera, empecé a creer en el destino. 
Ese que hace que si dos personas han de conocerse, da igual donde esté cada una de ellas, se encontrarán, en las circunstancias que sean.

Aunque me hubiera gustado que aquella tarde estuviera plenamente dedicada a él, había otra persona a la que no me sacaba de la cabeza: Miguel.
Yo le había enviado un mensaje diciéndole que sentía mucho que todo hubiera sido así, pero que no tenía la culpa, y que no podía cambiar las cosas.. Y cuando llegué a casa, vi que me había contestado, y aquel mensaje, aunque sé que el no quería,me hizo sentir muy mal. 
Me decía que respetaba todo lo que le dijese, que era una chica súper especial, y después de decirme que siempre sería mi amigo, acabó con un "te quiero", y un "siempre serás mi niña".

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Diego me prometió que vendría por lo menos una vez a la semana a verme, y yo, intentaría ir algún día, pero era más difícil, porque yo estaba estudiando y en poco tiempo empezaría los exámenes finales.

Cada día que pasaba, que hablaba con él, que lo veía, estaba más a gusto. 
Con él..me sentía diferente que con otros chicos. Era yo misma, sin vergüenza a hacer lo que me apeteciera hacer, ni a decirle lo que pensaba, y eso me encantaba. 

martes, 13 de marzo de 2012

Recuerdos, capitulo 19.

Me pasé el lunes pensando, acabando de decidir lo que iba a hacer, aunque ya lo tenía claro.
El martes, a la hora del patio, Miguel apareció por mi colegio, y me dijo que vendría a recogerme cuando saliera. 
Al acabar las clases,quedé con él en un sitio cerca de allí, y cuando me vio la cara, ya se imaginó lo que pasaba.
Le expliqué que desde que había vuelto del crucero las cosas habían cambiado mucho, que me había rayado desde que volví, y que ya no podía continuar. 
Me puse a llorar, porque aunque sabía que estaba haciendo lo que sentía,no podía evitar sentirme mal.
Miguel me miró, y con los ojos brillantes me dio un abrazo y me dijo que lo entendía, que uno no elige lo que siente o deja de sentir con alguien, y que aún a pesar de todo, el iba a estar para lo que yo necesitara.
En esos momentos,no pude evitar sentirme como una imbécil,que lo había engañado. A él,que no se merecía nada de lo que estaba pasando..


Le conté todo a Diego, y después de hablar un rato, me dijo que tenía una sorpresa para mí.
El viernes iba a venir a verme.
Por un momento, me olvidé de todo el tema de Miguel y me centré solo en Diego; en explicarle todo lo que tenía que hacer cuando llegara,donde tenía que ir.. 
No me lo podía creer, iba a volver a verle!
Ese viernes, me levanté contentísima. 
Él iba a llegar a Alzira a las 10 de la mañana,porque le llevaba un amigo, pero yo no podría estar con él hasta que saliera del colegio.
Mientras estaba sentada en clase, en la última fila,al lado de la ventana, recibí un mensaje de él. 
Ya había llegado, y estaba llegando hacía mi colegio,que ya sabía donde estaba por todo lo que le había explicado.
Yo no paraba de mirar la ventana, y en una de las veces que miré, lo vi. 
Estaba dando vueltas por allí, mirando a ver si ese era el sitio donde habíamos quedado. 
No podía creerme que Diego estuviera allí, delante de mi colegio, en Alzira. 
Había venido desde su ciudad, había recorrido más de 80 km para verme, para demostrarme que aquello no era una tontería. 
Le dije por mensaje que mirara hacia arriba, y cuando me vio, me saludó y me dijo que se esperaría en el parque de al lado.
Nada más salir, bajé corriendo, sin esperar a mis amigas.
Ya habían salido varias clases más,por lo que el recinto de fuera del colegio, estaba lleno.
Cuando lo ví, fui corriendo, le di un abrazo, y me dio dos besos. Aunque no esperaba más, él sabía que allí habrían amigos de Miguel. 
Le dije todas las ganas que tenía de verle, y le pedí que me acompañara. Le presenté a mis amigas, y después, nos fuimos los dos juntos.
Fuimos a comer a un bar, nos contamos muchísimas cosas, y me quiso invitar a la comida. 
Después de comer, le dije que me apetecía ir al parque más grande que había allí, y una vez dentro, me senté en un banco y él empezó a hacerme la puñeta. 
Estuvimos más de media hora haciendo los dos el tonto, y después, fuimos a una zona donde habían columpios, y algún que otro niño.
Siguiendo en nuestra linea, empezó a meterse conmigo, y a llamarme bajita, y yo, me subí a un bordillo, y le dije:
- Y ahora,qué? quién es más alto?
Se me acercó, me cogió de la cintura, me agachó la cabeza, y me besó. 
Me quedé sin palabras, y él, bajándome del bordillo, se me acercó y me dijo a la oreja riéndose:
-Siempre vas a ser más bajita que yo.
Me reí, y cuando intenté contestarle, me volvió a callar con otro beso. 


Todo aquello que me estaba pasando..era increíble. No quería que se acabara. 

domingo, 26 de febrero de 2012

Recuerdos,capitulo 18.


Fuimos a su casa los dos, y él no paraba de preguntarme como me lo había pasado, si había conocido gente.. y a mí me daban ganas de contárselo todo, de decirle que había conocido a un chico increíble que no me quitaba de la cabeza, pero no podía decirle nada de eso, porque él no se lo merecía.
Me limité a contarle que habíamos conocido a dos chicos que nos habían caído muy bien y que el viaje había sido inolvidable.
Aunque la palabra inolvidable, se quedaba corta.

Cuando Miguel empezó a besarme y a decirme lo mucho que le encantaba, se me cayó el mundo encima. No me sentía a gusto escuchando todas esas cosas.. me encontraba en una situación súper incómoda, y no sabía como salir de ella.
A la media hora de estar allí, no podía más. Tenía la imagen de Diego en la cabeza, y ahora sí estaba segura de que era con él con quién quería estar. Y no con Miguel.

Me levanté casi de golpe y le dije que se me había olvidado que había quedado con una amiga, y que me tenía que ir.
Él quiso acompañarme, y cuando llegamos, me dio un beso y no se lo pude contestar como él hubiera querido. Fue un beso sin ganas, prácticamente sin sentimiento.
Cuando me quedé con mi amiga, se lo expliqué todo.
Le dije que me había dado cuenta de que prácticamente todo lo que sentía por Miguel antes del crucero, había desaparecido. Y que al que realmente necesitaba a mi lado, era a Diego.


Esa noche, me conecté al tuenti y Diego me habló enseguida.
Me preguntó como había quedado con Miguel, y se lo conté. Pero sin decirle la parte de que con el que realmente quería estar, era con él. Porque tampoco sabía lo que había signficado para él esos 5 días, y no quería hacerme falsas ilusiones.
-Y que vas a hacer entonces?
-No lo sé. Hablaré con Miguel, porque así no puedo seguir con él..
-Yo.. no sé como decirte esto Claudia.. pero te echo de menos. No como puedo echar de menos a tu hermana, por ejemplo. Tenía miedo de que me pasara esto, pero no he podido controlarlo. Me estás empezando a gustar de verdad Claudia.. y no sé que hacer.

Esas palabras me sacaron la misma sonrisa con la que me levantaba cada día en el crucero. Sólo el hecho de saber que para Diego no había sido un simple rollo de unos días, y que significaba algo más, hizo que por un momento me olvidara completamente de Miguel. Sólo quería estar con él, volver a oír cada una de sus bromas, ver cada sonrisa que me dedicaba cada día en el viaje, poder abrazarle, besarle. Sólo a él.